El presa canario es un perro imponente por su aspecto físico. En la actualidad, esta raza se encuentra entre las consideradas como peligrosas por el Gobierno y es obligatorio que los dueños de perros de este tipo tengan un seguro para evitar posibles problemas. Todos estos factores dan una imagen al presa canario que realmente no se merece.
Su origen y creación nada tiene que ver con las peleas de perros y los ataques a personas con los que los medios de comunicación les asocian, ya que la función de este perro en sus orígenes era la de perro de guarda y ganadero. Este inteligente y sorprendente animal no puede juzgarse como últimamente tan negativamente sin conocer realmente todas las cualidades que encierra. En el presente siglo se ha llevado a cabo una labor de recuperación del presa canario que había quedado prácticamente extinguido y debido a que esta raza es parte de la tradición e historia de las Islas Canarias, región de la que es originaria. La labor del Club Español del Presa Canario y la creciente popularidad de los perros de presa han conseguido hacerlo resurgir.
El presa canario, como bien indica su nombre, es originario de las Islas Canarias. Sus antepasados llegaron a la isla con los conquistadores provenientes de la Península Ibérica y ya aparecía mencionado en los Acuerdos del Cabildo de Tenerife, en las Ordenanzas de Tenerife, y en los Acuerdos del Cabildo de Betancuria en Fuerteventura ya se mencionaba la existencia de perros con características parecidas a las del presa canario. El tiempo y el aislamiento propiciaron que la raza se diferenciara. Las tareas que solían ser desempeñadas por este perro en sus orígenes eran la guarda de las haciendas, el cuidado del ganado vacuno y como auxiliar de carnicero en el sacrificio de las reses vacunas.
A lo largo del siglo XVIII, comienza el asentamiento de colonos ingleses en el archipiélago canario llevando consigo sus costumbres. Dentro de la tradición anglosajona los combates caninos cuentan con muchos adeptos. En estas peleas de perros empleaban perros de presa ingleses, como el bulldog o el bullterrier, que inevitablemente se mezclaron con el perro de presa canario. Tras los sucesivos cruces con razas anglosajonas, se producen variaciones morfológicas en la raza isleña y también cambia la finalidad para la que se había creado: el presa canario ya no estará destinado simplemente a la vigilancia, ya sea de ganado o de propiedades, si no que se empieza a orientar más hacia las peleas caninas. Además de los cruces que se llevan a cabo con lo perros ingleses, el bardino o majorero, perro de brega de Fuerteventura, fue cruzado también para la consecución del actual presa canario y aportó una gran resistencia física, sobriedad, ladrido escaso, y una mandíbula y dentadura extraordinarias.
Ya en el siglo XX, la expectación por las peleas de perros empieza a aumentar y el presa canario pasa a ser el gran protagonista de este tipo de eventos. Las peleas son legales y los aficionados se reúnen en cuadras y los ejemplares son seleccionados con mayor cuidado. Así fue como esta raza evolucionó sin ningún tipo de pretensión de conseguir un perro estandarizado.
La prohibición de las peleas de perros en España sumado a la invasión de las razas extranjeras de presa casi erradicó al presa canario. Su recuperación se inició en 1970 debido al interés de este perro como parte del Patrimonio Autóctono de las Islas Canarias llevándose a cabo a su vez un programa para la selección para la fijación genética.
Estamos ante un ejemplar canino de excelentes cualidades físicas y su aspecto es de potencia. La mirada del Presa Canario es atenta y expectante, siempre pendiente de lo que pueda ocurrir debido a sus extraordinarias dotes para la guarda y defensa. Su temperamento es muy firme y ladra con gravedad. Aunque nos hayan ofrecido una imagen agresiva de este can, lo cierto es que en familia es muy noble, manso y protector aunque su condición de fiel guardián lo haga desconfiado con los extraños.
A partir de su resurgir en los setenta, la raza se empieza a adaptar al medio urbano como perro guardián. Su gran valor en el desempeño de esta tarea es otra de las causas de su resurgimiento, a pesar de los innumerables detractores de las razas de perros de presa.
Los presas canarios varían en estatura dependiendo de su sexo. Los machos rondan una estatura comprendida entre los 61 y los 66 centímetros mientras que las hembras están entre los 57 y 62 centímetros.
Su cabeza es braquicéfala con tendencia cuboide y la proporción entre el cráneo y la cara es de seis a cuatro. La cara es de menos longitud que el cráneo y tiene líneas craneoencefálicas rectas o ligeramente convergentes, y una nariz ancha y de color negro intenso. Los ojos del presa canario son grandes, negros y ovalados y están situados separados entre sí. Las orejas son de tamaño medio y están ubicadas bien altas. Respecto a las orejas hay que mencionar que pueden o no ser cortadas, si se recortan quedan erectas y de forma triangular.
adiestramientoEl cuello del presa canario es cilíndrico, recto, macizo y muy musculoso, especialmente en la parte superior. Las extremidades anteriores están perfectamente aplomadas y son de huesos anchos y revestidos de musculatura potente y visible, mientras que las extremidades posteriores son potentes, bien aplomadas de frente y de perfil. El pecho es ancho y de costillar muy amplio, con músculos pectorales bien desarrollados. Por último, la cola es de inserción alta y flexible.
En el presa canario el color del manto puede ser de diversas tonalidades: bardino, negro y leonado. También puede presentar mancha blanca en el pecho, en el bajo vientre o en las extremidades. El pelo es corto y sin subpelo y puede resultar áspero al tacto.
En resumen, estamos ante un perro de una fuerza excepcional cuya lealtad está asegurada si es educamos correctamente. Un hermoso ejemplar canino en cuya personalidad es destacable su gran fidelidad.
Fuente: mascotas.facilisimo.com