domingo, 18 de julio de 2010

Raza Scottish Terrier


Su característico andar saltarín y sus poblados bigotes le hacen muy reconocible. Gracias a su personalidad cabezona y a sus revueltas cejas, el scottish terrier, es uno de los perritos gruñones más entrañables, que enseguida nos llegará al corazón. Su figura compacta rematada por un rabo puntiagudo y tenso, le confieren una aire único. Se mueve de forma digna y orgullosa, pero también muy graciosa. El scottish no dudará en llevar a cabo sus planes, que nosotros cumpliremos encantados, ya que es capaz de camelar al amo más inflexible.

Desde las tierras de caza escocesas, nos llega una raza de terrier incansable a la que perfilan características muy reseñables. Tanto su carácter intrépido e independiente como su alta capacidad para desenvolverse, hacen del scottish terrier, un can ejemplar y apreciado. Siempre está buscando estrategias, desempeñándolas con rabiosa vitalidad. La energía que emana este can es casi impensable teniendo en cuenta su pequeño tamaño. No es un perro tranquilo precisamente, es un puro nervio.

En tierras escocesas
Su silueta se puede apreciar en alguna marca de whisky escocés y también ha pasado a la historia de las tiras cómicas gracias a la mano de Pol Rab, encarnando a Rac, un scottish terrier que, junto al fox terrier Ric, se convertiría en un personaje entrañable. Se tienen pruebas de que los antepasados de esta raza convivían con el ser humano desde tiempos del Imperio Romano, sin embargo, los rasgos que le definen actualmente arrancan de 1700.

La destreza de este perro como cazador fue tenida muy en cuenta en la Alta Escocia, donde la organización de la caza del zorro o del tejón, contaba en sus filas con la agilidad y la destreza de estos pequeños perros activos de madriguera, adoptados ahora como animales de compañía. En estas cacerías, destacaba por su increíble valor, haciendo oídos sordos al peligro y llevando a cabo con extrema eficacia su instinto cazador.

Las exposiciones comenzaron a mostrar ejemplares de este can en el último tercio del siglo XIX, inaugurándose su club oficial en 1882. Antes de tener la presente identidad, se le conocía como Aberdeen Terrier, haciendo honor a uno de los criaderos más famosos de este can, capitaneado por Van Best. Su difusión por Europa fue meteórica ya que su personalidad decidida, unida a su cuerpo robusto, le concedieron gran fama en todos los continentes.Si bien se insiste mucho en que la familia del terrier cuenta con especies de marcado y obstinado carácter, lo cierto es que es su espectacular vigor lo que se malinterpreta, ya que son tremendamente cariñosos y juguetones con aquellos que le rodean habitualmente. De cara al extraño sí pueden resultar desconfiados y ladrar bastante. Es un perro que se cubre las espaldas y no duda en refunfuñar a los desconocidos.

Al principio exige bastante paciencia ya que desobedece por sistema: su objetivo es estar por encima de nosotros. Debemos mostrarnos justos pero sin llegar a condescender con cualquier capricho. El scottish terrier está acostumbrado a valerse por sí mismo debido a su temperamento resuelto. Además, su inteligencia le permite aprender rápido los trucos para conseguir lo que necesita sin demasiados rodeos.

Hay que mostrarse convencido a la hora de reprocharle comportamientos negativos y ser firme sin dejar de ser amable, ya que después nos alegraremos de tener un perro tan divertido, familiar y adorable. La agresividad de la que alardea es, en realidad, pura fachada, ya que, una vez cogida confianza, comprobaremos lo afable y dócil que resulta, si bien, podemos concluir que como perro de guarda no le faltan condiciones. Es muy recomendable para familias con niños, ya que es un compañero de juegos excepcional.

Rasgos generales del estándar
El tamaño del scottish terrier suele comprender entre los 25 y los 28 cm. de alzada, mientras que su peso está entre los 8 y los 10 kilos. Su cuerpo, bastante compacto y llevado alegremente por cuatro patas cortitas, está rematado en sus extremos por una cabeza más bien larga pero proporcionada y una cola mediana y ancha en la base, que llevará siempre alta y en punta, al igual que sus orejas erguidas. La nariz es negra y los ojos, almendrados y notablemente separados, son pequeños y marrón oscuro.

Su cuello es corto pero con buenos músculos. En cuanto a las extremidades, señalar que las anteriores son rectas, mientras que en las posteriores destacan los corvejones acodados y los muslos gruesos. Los hombros están inclinados y su pecho es profundo. Los pies son redondos y sus dedos están apretados. Decir además que presentan un pelo bastante duro y abundante. Los colores de su manto son variados, desde el más común, el negro, hasta el color jaspeado, gris, arena o trigueño.

La cantidad de alimento está marcada por las necesidades de su ingesta. Necesita una amplia variedad de productos: gusta mucho de carne, pescado, queso, verduras y arroz. Hay que estar especialmente atentos con su peso ya que es una raza propensa a la obesidad. Tendremos que proporcionarle una dieta rica en hidratos de carbono, proteínas, lípidos, sales minerales y vitaminas.

Será necesario el empleo de al menos una hora de ejercicio al día para satisfacer sus deseos de actividad física. La piel del scottish terrier es sensible, así que permaneceremos alerta ante cualquier mancha. También hay que prestarle ayuda urgente ante una posible obstrucción del esófago, una afección desgraciadamente frecuente en los terrier.

Los cuidados del suave y denso pelaje de los scottish terrier son difíciles y requieren gran minuciosidad, por lo que se recomienda su acicalamiento en una peluquería. Su corte de pelo característico, llamado 'stripping', es aquél que presenta un rapado ajustado del pelo del lomo y el cepillado de los pelos de la cara hacia delante. En cuanto a su pecho y su vientre, se repasará pero sin rapar. Las orejas estarán libres de pelo y la cola deberá afeitarse para seguir siendo puntiaguda.

Fuente: mascotas.facilisimo.com